Durante el IAA (Internationale Automobil-Ausstellung), o Exposición Internacional del Automóvil en español, mejor conocido como el Frankfurt Motor Show Auto, los que asistieron pudieron ver la primera aparición de la CR-V en el continente europeo, pero no cualquier versión, sino una variante híbrida.
Cabe destacar que la firma japonesa no comercializará variantes diésel (el modelo vigente está disponible con un propulsor 1.6 i-DTEC de 120 CV). Sólo se contará con una opción híbrida.
Esta nueva SUV es aún un prototipo, pero se espera que el producto final no esté tan alejado de lo que ya podemos disfrutar en nuestra región.
A primera vista, esta variante mantiene las mismas características de la CR-V 2017. Las diferencias más tangibles que se podrán encontrar dentro de versión híbrida de la incomparable CR-V se encuentran en su interior. En lugar del motor turbo de 1.5 litros se encuentra un bloque de 2.0 litros i-VTEC de ciclo Atkinson apoyado por un motor eléctrico. Utiliza una transmisión de una sola relación de engranajes de conexión directa, que aprovechará mejor la transferencia de par.
La CR-V Hybrid contará con un sistema al que llamaron Intelligent Multi-Mode Drive (i-MMD) con tres modos de manejo. El mismo sistema es capaz de decidir cómo utilizar el combustible y la energía eléctrica de la manera más eficiente posible, aunque a petición del conductor se puede conducir en modos 100% eléctrico (EV Drive), híbrido (Hybrid Drive) o dando prioridad al de combustión interna y utilizando el eléctrico para mejorar prestaciones (Engine Drive).
No se dará a conocer la potencia y el consumo que tendrá esta variante de la CR-V, hasta el lanzamiento de la producción. Se espera que este modelo se espera que se comercialice durante el primer trimestre del siguiente año. Para Europa, además de esta variante híbrida, se puede pedir el motor 1.5 litros turbo con caja manual de 6 velocidades o transmisión DSG. No habrá motores diésel.
Aún no hay noticias si este modelo llegará México.
